LA GRASA, LA SAL y EL AZUCAR: Consumo con mesura

 Forzar a los niños a comer algunos alimentos no funciona. Tampoco funciona prohibir ciertos alimentos. Cuando los niños piensan que un alimento está prohibido por sus padres, entonces el alimento con más frecuencia será más deseable.




 Es importante para los niños y para los adultos ser sensible y disfrutar todos los alimentos y bebidas, pero no exagerar con ningún tipo de alimento. Los dulces y los alimentos de bocadillos con mayor cantidad de grasa en porciones adecuadas están bien en cantidades moderadas.

Grasa

La niñez es el mejor momento para empezar a tener hábitos de alimentación saludables para el corazón, pero los objetivos de los adultos para reducir el consumo de grasa total, grasa saturada, grasa trans y colesterol no están hechos en general para los niños menores de 2 años.* La grasa es un nutriente esencial que suministra la energía o las calorías que ellos necesitan para crecer y jugar activamente y no se deben restringir de manera severa.

Sin embargo, el consumo alto en grasa, específicamente una dieta alta en grasas saturadas, puede ocasionar problemas de salud, incluyendo enfermedad cardíaca más adelante en la vida. Las grasas saturadas usualmente son sólidas a temperatura ambiente y se encuentran en las carnes grasosas (como la res, el cerdo, el jamón, la ternera y el cordero) y muchos productos lácteos (leche entera, queso y helado).

Por esa razón, después de los 2 años, los niños deben comer alimentos bajos en grasa y grasas saturadas. Las opciones más saludables incluyen más alimentos bajos en grasas y bajos en colesterol como las aves de corral, el pescado y la carne magra (cocidos, horneados o rostizados; no fritos), la margarina suave (en lugar de mantequilla), los productos lácteos bajos en grasa y los aceites bajos en grasas saturadas y limitar el consumo de huevos.

Como lineamiento general, las grasas deben formar menos de 30% de las calorías en la dieta de su hijo, sin no más de aproximadamente un tercio o menos de esas calorías de grasa provenientes de la grasa saturada y el resto de grasas no saturadas (es decir, polisaturadas o monosaturadas), las cuales son líquidas a temperatura ambiente e incluyen aceites vegetales como el maíz, azafrán, soya y oliva. Algunos padres encuentran confusa la información sobre varios tipos de grasa. En general, los aceites y las grasas derivados de origen animal son saturados. El lugar más simple para empezar es simplemente reducir la cantidad de alimentos grasosos de todos los tipos en la dieta de su familia.

*La leche entera es recomendada para los niños de 12 a 24 meses de edad. Sin embargo, el médico de su hijo podría recomendar leche con grasa reducida (2%) si su hijo es obeso o tiene sobrepeso o si hay historial familiar de colesterol total alto o enfermedad cardíaca. Verifique con el médico o dietista de su hijo antes de cambiar de leche entera a leche con grasa reducida.

Sal

La sal de mesa o cloruro de sodio puede mejorar el sabor de ciertos alimentos. Sin embargo, los investigadores han descubierto una relación entre la sal de dieta y la presión arterial alta en algunas personas y grupos de la población. La presión arterial alta afecta a aproximadamente 25% de los estadounidenses adultos y contribuye a los infartos y ataques.

El hábito de usar sal adicional es adquirido. De esa manera, tanto como sea posible, sirva a su hijo alimentos bajos en sal. En la cocina, minimice la cantidad de sal que agrega a los alimentos durante su preparación, usando hierbas, especias o jugo de limón en su lugar. Además, retire el salero de la mesa del comedor o por lo menos limite su uso por parte de su familia.

Los alimentos procesados a menudo contienen mayores cantidades de sodio. Revise las etiquetas de los alimentos para conocer los niveles de sodio en el queso procesado, pudines instantáneos, vegetales enlatados, sopas enlatadas, salchichas, requesón, aderezos para ensaladas, pepinillos curtidos, ciertos cereales para desayuno y papas fritas y otros bocadillos.

Azúcar

Los edulcorantes calóricos van desde simples azúcares, como la fructosa y glucosa, hasta la azúcar de mesa común, la melaza, la miel y el jarabe de maíz alto en fructosa. Aunque el uso principal del azúcar es como edulcorante, el azúcar tiene otros usos. Por ejemplo, el azúcar se puede usar como conservante, puede cambiar la textura de los alimentos y puede mejorar los sabores y agregar color.

Las azúcares en los alimentos, ya sea naturales o agregados, proporcionan calorías, el combustible que suministra la energía necesaria para las actividades diarias. Y si se les da la opción, muchos niños probablemente pedirán alimentos y bebidas azucaradas para el desayuno, el almuerzo y la comida, las investigaciones demuestran que los humanos son atraídos naturalmente a los sabores dulces. Sin embargo, los padres deben considerar que las calorías del azúcar se pueden acumular rápidamente y con el tiempo pueden ocasionar un aumento de peso y el azúcar también puede jugar un papel en el desarrollo de la caries dental.

Fuente: Healthy Children, Fit Children: Answers to Common Questions From Parents About Nutrition and Fitness (Copyright © 2011 American Academy of Pediatrics)







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