Conseguir alimentarse a uno mismo es el primer paso hacia la autonomía.
El bebé manifiesta sus gustos y desarrolla habilidades que debemos fomentar.
Ya puede comer de todo y en la mesa
El aparato digestivo del bebé ya ha madurado. Por eso ya puede comer lo mismo que el resto de la familia. Como es lógico, la transición a la dieta familiar “normal” se irá haciendo poco a poco.
Es deseable que coma habitualmente junto con toda la familia. Así irá probando alimentos que comen los demás y aprenderá comportamientos y habilidades.
Es importante animar a probar todo tipo de alimentos y estimular la masticación.
Conviene permitir que explore la comida con las manos. No hay que reñir si se mancha o derrama comida. A esta edad bebe en vaso y comienza a utilizar los cubiertos .
La leche
La leche materna mantiene sus cualidades nutritivas y sigue aportando defensas (y consuelo) por eso, si el bebé aún toma el pecho, puede continuar haciéndolo todas las veces que quieran madre e hijo.
Puede empezar a tomar leche de vaca entera esterilizada o pasteurizada, la misma que tome el resto de la familia. No es necesario que tome leche “de crecimiento”.
El biberón se debe abandonar como muy tarde a los 2 años.
Bastan 2-3 porciones de lácteos al día. Incluye los quesos y yogures.
Un menú variado
Los alimentos vegetales son muy importantes: las frutas, verduras o legumbres se deben tomar a diario.
También los cereales, que aportan energía: pan, arroz, patatas y pasta.
Las carnes, pescados y huevos se van alternando en comida y cena.
Puede tomar purés, pero conviene que se acostumbre a masticar. Aunque coma menos cantidad, se desarrollan mejor la mandíbula y los dientes.
La variedad de la dieta garantiza que toma todas las vitaminas y nutrientes necesarios.
Algunas costumbres poco saludables
* Tomar lácteos en exceso. Aunque la leche es todavía fundamental en su alimentación, es suficiente con que tome 3 o 4 raciones al día de leche o sus derivados. Si toma más, comerá menos de otros alimentos. Y eso puede ser motivo de estreñimiento.
* Tomar un lácteo como postre del almuerzo del mediodía. El calcio de la leche dificulta la absorción de hierro. Es mejor tomar un poco de fruta rica en vitamina C.
* Los jugos envasados. No aportan ningún nutriente necesario (solo azúcares). Sí puede tomar un poco de jugo natural.
* Dulces, golosinas y postres azucarados. Además del riesgo de caries, se convierten en favoritos y disminuye el apetito por la comida normal.
* Obligar a terminar la porción. Cada niño come lo que necesita.
* A los 12 meses los niños comen en la mesa con el resto de la familia
* Importa más la variedad que la cantidad de alimentos.
* Hay que fomentar la autonomía. Que coma solo, sin ayuda y comidas iguales que las del resto de la familia. Eso favorece la maduración y la integración.
* A partir de los 18 meses comienza una etapa de inapetencia ”natural”. Come menos porque ahora crece un poco más despacio. Se debe respetar la saciedad y nunca forzar a comer.
Asociación Española de Pediatría
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