RELACIÓN ASMA - ALERGIA

Qué son la alergia y el asma?

El asma es un grupo de síntomas que se prolongan o van repitiendo, y que incluye tos, sibilancias o “chillidos” en el pecho y dificultad respiratoria.

La alergia es una reacción del organismo frente a sustancias externas, una reacción que se vuelve perjudicial para el propio organismo, y que causa diversos síntomas de enfermedad.

Mi hijo tiene asma o alergia?

Esta es una pregunta frecuente. Una persona puede tener asma y alergia, o rinitis y alergia, o cualquier otra enfermedad y alergia. Se dice que una persona tiene asma si tiene episodios de tos, chillidos en el pecho y dificultad respiratoria. Si tiene esos síntomas, decimos que tiene asma.

¿Por qué tiene esos síntomas? Puede ser porque tiene alergia, la alergia es la que causa esos síntomas; entonces lo que tiene esa persona es asma y alergia, asma alérgica, asma por alergia. 

La alergia también puede causar síntomas de rinitis en la misma persona; entonces tiene asma alérgica y rinitis alérgica, o incluso más enfermedades alérgicas. La alergia no es una enfermedad en sí misma, sino la causa de una enfermedad, o la causa de varias enfermedades al mismo tiempo en una persona.

Las personas con asma tienen alergia?

No todas. La alergia es una causa de asma, pero no la única. Igual sucede con las otras enfermedades como rinitis, conjuntivitis, dermatitis, etc, que pueden ser debidas a otras causas. Esas distintas causas a veces se identifican y otras veces no.

Cómo influye la alergia en el asma?

La alergia influye en el asma de dos maneras, como desencadenante de episodios agudos, y como causante de inflamación crónica.

Como desencadenante agudo actúa cuando una persona entra en contacto con el alergeno y en cuestión de poco tiempo presenta una crisis brusca de asma. Como ejemplo, si un niño con asma por alergia a ácaros sube a un desván y empieza a jugar con trastos viejos, respira el polvo que se levanta y a los pocos minutos comienza a tener chillidos y dificultad respiratoria.


Como causante de inflamación crónica, el contacto con pequeñas cantidades de alergeno va produciendo una inflamación interna de los bronquios. Esa inflamación puede pasar desapercibida, pero hace que los bronquios sean más sensibles a todos los estímulos (infecciones, ejercicio, aire frío, tabaco, etc.) que actúan como desencadenantes.


Cómo se identifican las sustancias que dan alergia?

Es fácil sospechar que una sustancia da alergia cuando el contacto con esa sustancia es intermitente, la sustancia es fácilmente visible, y los síntomas aparecen un muy corto periodo de tiempo. Si un niño va a casa de un familiar, juega con un gato y a los pocos minutos presenta estornudos, lagrimeo, tos y sibilantes, es fácil pensar que se tiene alergia a los gatos. 

En cambio, cuando se tiene el gato en la casa propia, y los síntomas van apareciendo y desapareciendo, es más difícil ver esa relación. Si además el alergeno no es visible, como las partículas microscópicas de los ácaros, la sospecha resulta aun más difícil.


Para comprobar la alergia se realiza un estudio de alergia con un profesional en el área de alergias.

Las personas con asma sólo durante los catarros pueden tener alergia?

Sí que pueden tenerla. Las infecciones pueden actuar como desencadenantes sobre unos bronquios que ya están previamente inflamados. El contacto con poca cantidad de alergeno va causando una inflamación crónica de los bronquios. Estos, al estar inflamados tienen menos capacidad de defensa, y se contraen y reaccionan con síntomas de asma al tener una infección por un microbio. 

Una persona con los bronquios sanos puede sufrir una gripe u otra infección, y sus bronquios la toleran perfectamente. Cuando los bronquios están inflamados, se encuentran en una situación inestable; al sufrir la gripe se pierde la estabilidad, y los bronquios acaban contrayéndose y causando un episodio de asma.

El asma alérgica reacciona con otros desencadenantes?

Reacciona con toda clase de desencadenantes. Los bronquios ya inflamados e inestables reaccionan con muchos estímulos: el propio alergeno, las infecciones, el aire frío, los contaminantes del aire, los ambientes con humo de tabaco, los esfuerzos físicos, los olores fuertes (perfumes, ambientadores, pinturas), la risa, el llanto, el nerviosismo o stress, y otros.

La mayoría de estos desencadenantes no son la causa del asma, no causan inflamación de los bronquios, sino que actúan sobre los bronquios ya inflamados. Una persona con los bronquios sanos puede hacer un esfuerzo, tener cierto cansancio, pero sin que los bronquios se contraigan y se cierren. La persona que ya tiene los bronquios inflamados e inestables, con un esfuerzo físico lo bastante intenso pierde esa poca estabilidad, y sufre una crisis de asma.

Como comparación, si alguien sufre una lesión en el tobillo, se le inflama la articulación. El apretar el tobillo con el dedo produce dolor, mientras que la misma presión en el tobillo sano no da ninguna molestia. Lo mismo ocurre con los estímulos sobre los bronquios sanos sin alergia, y los bronquios ya inflamados por la alergia.

Los desencadenantes siempre causan síntomas en los alérgicos?

Depende del grado de inflamación. La inflamación no es igual todo el tiempo, sino que va aumentando y disminuyendo. Cuando está en una fase peor, los estímulos desencadenan síntomas, y cuando se está en una fase algo mejor, el mismo estímulo no es capaz de dar síntomas.

También depende de si hay un solo estímulo o varios al mismo tiempo. Por ejemplo, en el caso del asma por ejercicio, si alguien con asma hace un ejercicio un día soleado y despejado puede aguantarlo bien; si hace el mismo ejercicio un día nublado y con viento frío puede padecer una crisis de asma. Si además está algo acatarrado, la tolerancia será peor. Esa persona puede aguantar bien por separado el ejercicio, el clima frío y nublado, o un leve catarro. Cuando coinciden todos los estímulos, sus bronquios ya no tienen capacidad de reserva y aparecen los síntomas.

Los desencadenantes influyen en el asma no alérgica?

Sí que influyen. Los desencadenantes actúan sobre el bronquio inflamado, y no importa la causa de esa inflamación; el bronquio ya está dañado por una causa conocida o desconocida, y reacciona contrayéndose y cerrándose frente a los estímulos desencadenantes.


Asociación Española de Pediatría

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